UNIVERSIDAD EVANGÉLICA DE EL SALVADOR
ESCUELA
DE POSTGRADOS
MAESTRÍA EN SALUD PUBLICA
ÉTICA
VALORES
EN EL JURAMENTO HIPOCRATICO
DOCENTE:
LICDA. ALICIA HERRERA REBOLLO
INTEGRANTES
DE GRUPO 3:
CLARA GUADALUPE RODRIGUEZ SERRANO
ELSA LINDA GARCIA DE CERÓN
OSMAN MARIO AMAYA GUARDADO
ESSLY ANETHE MEJIA FLORES
San Salvador, 16 de abril del 2016
INDICE
El Juramento Hipocrático es, dentro del
conjunto formado por el Corpus Hippocraticum, el texto que
contiene los parámetros fundamentales de la ética médica en la tradición
hipocrática. No obstante, para un adecuado acercamiento a su texto es
importante tener en cuenta las características y peculiaridades de la ética en
el mundo griego y sus implicaciones en el terreno de la salud y la enfermedad.
La identificación clásica griega entre lo
bueno y lo bello se iguala en el ámbito de la medicina con lo sano, de forma
que el enfermo pasa a ser considerado, por su condición de tal, un ser incapaz
de moralidad; esto es debido a que como dice Aristóteles, no está capacitado
para la prudencia y, por tanto, para el juicio moral. Dicha igualdad establece
una relación íntima entre lo físico y lo moral, de tal manera que podemos
llegar a pensar que en el equilibrio de los humores se encuentra el fundamento
de la virtud moral. Ahora bien, el enfermo es un sujeto de moralidad disminuida
y, por lo tanto, no cuenta con la capacidad de volver a llegar por sí mismo a
un estado óptimo de salud -y, en consecuencia, de virtud moral.
Está situación da lugar a un tipo concreto
de relación médico-paciente que es característica de la medicina hipocrática:
el paternalismo. El médico debe comportarse con el enfermo como con el niño
pequeño, identificando sus necesidades y actuando según criterios propios. El
objetivo es el de obtener el mayor de los beneficios para el paciente, pero sin
contar con él en ningún momento, pues éste carece por principio de autonomía
física y moral. Estos dos elementos claves, la ética y el paternalismo médicos,
son los que podemos encontrar sintetizados en el texto del Juramento
Hipocrático.
La salud pública es la ciencia y el arte de prevenir las enfermedades,
prolongar la vida y fomentar la salud y la eficiencia, así como desarrollar la
maquinaria social que le asegure a cada individuo de la comunidad un nivel de
vida adecuado para el mantenimiento de la salud, y es en ese contexto que busca
coadyuvar a garantizar a las poblaciones un estado de salud adecuado, y así
lograr un mejor nivel de vida en la población, no obstante si esta no se
alcanza difícilmente podremos garantizar que un país población o nación podrá
llegar a un nivel de desarrollo humano adecuado.
Al estar vinculados con el servicio al prójimo es necesario el
conocimiento de los valores y deberes que deben prevalecer en el personal de
salud, por ello es imprescindible conocer acerca de los aspectos éticos,
deontológicos y axiológicos vinculados a esta disciplina, que permita hacer un
mejor abordaje de las problemáticas de salud de una persona, comunidad o país,
El juramento hipocrático al ser uno
de los legados más antiguos implica para los trabajadores de la salud, tener un
mayor compromiso con respecto al trabajo que ofrecen a sus semejantes, ya que
al ser una profesión que se relaciona con el bienestar y el servicio al
prójimo, y al conocer los valores que incluye este juramento permite tener un
mayor discernimiento con respecto a las obligaciones, que como futuros
salubristas se tendrán, a través del análisis de los valores implícitos l, la
historia, el porqué de su surgimiento,
su importancia y aplicabilidad de este juramento en la actualidad
Hipócrates:
Médico griego de la Isla de Cos (469-399 a.C.) es el más famoso médico de la
antigüedad, a los 13 años comenzó sus estudios y se le abrieron las puertas del
Asclepeion (de Asclepio, dios mitológico de la medicina). Luego viajó a Egipto
para terminar su formación. Fundó en Cos la primera escuela de medicina, Para
el estudio de las enfermedades, desarrolló un método racional basado en la
observación y la experiencia, atribuía a fenómenos naturales y no a
intervenciones de los dioses o a fenómenos de tipo mágico-religioso, las causas
que provocaban enfermedad. (Lara ND, 1983)
Hipócrates
es el padre indiscutido de la medicina moderna, sus discípulos recopilaron su
obra compuesta por 70 escritos, en el Corpus Hippocraticum. En él, se recogen
los textos fundacionales de la tradición médica occidental. Allí es donde
encontramos conceptos de salud y enfermedad que hoy seguimos considerando
nuestros. (Gredos, 1990)
Uno de
los textos que forman parte de esta colección es el que lleva el título de
Juramento. De su importancia da una idea, que se encuentra entre los textos que
más se han editado, estudiado, comentado y transcripto, n o se conoce la fecha
cierta del Juramento Hipocrático. Las opiniones varían a que data entre el
siglo VI a V a.C. al I d.C., no existiendo certeza alguna que estos principios
éticos se hayan aplicado antes de la aparición del cristianismo.
El primer manuscrito conocido en forma no
modificada es el Codex Maxianus Venetus (siglo XI) que se conserva en la
Biblioteca de San Marcos en Venecia. En la época medieval se introdujeron en
él, algunas modificaciones, a fin de convertirlo en aceptable por la iglesia
cristiana y otras religiones. (Medicos, 2001) , Clemente VII, en la
bula Quod jusiurandum de 1531, dispuso su prescripción para todos los que se
graduaran como médicos.
La
principal revisión moderna fue llevada a cabo en Ginebra, por la Asamblea
General de la Asociación Médica Mundial (AMM) cuya resultante es conocida como
Declaración de Ginebra, Suiza, en septiembre de 1948. Posteriores enmiendas
fueron realizadas por la AMM en Australia en agosto de 1986, en Venecia, Italia
en octubre de 1983, en Estocolmo, Suecia, septiembre 1994 y revisada en su
redacción en Francia en mayo 2006. (Mundial, 2005)
El
juramento Hipocrático muestra que:
·
La ética
de los médicos hipocráticos fue formalmente religiosa.
·
Invocaban
a los dioses como testigos y no en auxilio para la cura de los enfermos.
·
El
compromiso asumido era con las deidades de su culto y no con los enfermos.
·
Compartían
sus bienes con sus maestros.
·
Solo
trasmitían sus conocimientos a quienes pertenecían a su culto.
·
La
medicina la ejercían como una práctica no remunerada.
·
Entre el
médico y el paciente existía una relación de poder del primero sobre el
segundo.
·
No
realizaban prácticas quirúrgicas.
El
médico hasta hace algunos años, tenía el deber y el derecho de decidir cómo
tratar a sus pacientes. Este "principio de la asistencia", propio de
la ética hipocrática ha sido criticado y denunciado como
"paternalista".
El
derecho a la autodeterminación del paciente y la responsabilidad civil, obligan
al médico a brindar adecuada información sobre diagnóstico, pronóstico,
alternativas terapéuticas y riesgos. El necesario y exigible "consentimiento
informado" del paciente supone que éste, comprenda la situación en la que
ha de decidir.
La Declaración de la AMM sobre los Derechos
del Paciente, versión 1995, comienza con esta afirmación: "La relación
entre los médicos, sus pacientes y la sociedad toda, ha sufrido importantes
cambios en los últimos años. Aunque el médico siempre debe actuar de acuerdo a
su conciencia y en el mejor interés del paciente, se deben hacer los mismos
esfuerzos a fin de garantizar la autonomía y justicia con el paciente". (Mundial,
2005)
También
es cierto que actualmente todos los Códigos de Ética establecen que el médico
puede elegir a sus pacientes, siempre y cuando en el sitio donde práctica,
exista alguien que realice la misma especialidad o tenga conocimiento sobre el
tema. Esto confiere también una suerte de autonomía al médico que puede decidir
a quien atiende y a quien no.
1.
Obediencia: Juro por Apolo, médico, por Asclepio, y por Higía y Panacea, y por todos los dioses y diosas, tomándolos por
testigos, que cumpliré este juramento y promesa según mi capacidad y buen
juicio:
2.
Respeto: Consideraré al que
me enseñó este arte como igual a mis padres, compartiré mis bienes con él y, si
tuviera necesidad de dinero, compartiré el mío con él.
3.
La
gratitud: Consideraré a sus hijos como hermanos míos y les enseñaré
el arte, si desearan aprenderlo, sin exigirles pago ni promesa alguna.
4.
Humildad: A mis hijos, a los hijos de mi maestro y a
quienes se obligaran con el juramento que manda la ley de la Medicina, y a
nadie más, les enseñaré los preceptos, las lecciones orales y la
práctica.
5. La voluntad de auxiliar: Aplicaré mis tratamientos para ayuda de los
enfermos, según mi capacidad y buen juicio, y nunca los usaré para hacerles
daño o engañarlos.
6.
Sinceridad
y Justicia: A nadie, aunque
así me lo pidiera, daré un veneno, ni a nadie le sugeriré una cosa así.
7.
Respeto
a la vida: Del mismo modo, nunca
daré a una mujer un pesario para causar el aborto.
8.
Humildad y honestidad: Con pureza y
santidad viviré y ejerceré mi arte. No usaré el cuchillo ni siquiera con los
que sufren de cálculos, antes bien dejaré esa operación a los expertos en ella.
9.
El
respeto por el ser humano y la integridad: En cualquier casa que entrare, lo haré para ayudar al
enfermo, absteniéndome de toda mala acción o daño, en particular, de tener
relaciones sexuales con mujeres o con hombres, esclavos o libres.
10. La confidencialidad: De todo lo que, en
el curso de mi trabajo, o incluso fuera de él en mi trato social, vea u oiga
algo que no deba ser divulgado, guardaré silencio, pues consideraré esas cosas
como un secreto intangible.
Si guardo este
juramento y no lo quebranto, que pueda gozar de honor en mi vida y en mi arte
por siempre entre los hombres; pero si lo quebrantara y jurara en falso, que me
suceda lo contrario.

A pesar, de que este juramento
muestra una gran belleza literaria, es interesante el significado que tiene. Se
puede identificar la validez actual que tiene, así como la forma en que se está
llevando a cabo su cumplimiento.
El juramento hipocrático es una seria
de compromisos basados en lo ético y lo moral para nuestra percepción sobre el
mismo; respetar la integridad y la vida de una persona. Vida que fue dada
para cuidarla en todo aspecto y debe ser respetada por todo médico.
Muchos de los criterios que forman el
juramento hipocrático son de gran importancia. Los mismos, que envuelven la
mayoría de los temas polémicos de hoy en día y de los cuales existen leyes a
favor y en contra de dichos temas a debatir, pero lo que más se debería
priorizar no es la facilidad para la persona de decidir sobre su vida, sino de
que un médico hoy en día sea capaz de cumplir este juramento y de respetar la
vida de un ser humano.
El
Juramento Hipocrático asienta las bases de la ética médica, estipulando una
serie de lineamientos sobre la conducta que el médico debe seguir con otros
médicos, con sus alumnos y con sus pacientes. Y sobre estos últimos hace
aclaraciones importantes en temas eternos y debatidos en la actualidad como el
aborto, la eutanasia y el secreto profesional.
El juramento hipocrático cita de una
manera muy superficial el hecho de poner todas las fuerzas y la inteligencia en
lo que respecta a la medicina. Muchas de las personas piensan que el ser médico
es una profesión para hacer dinero, pero no es tanto así, es verdad obtenemos
recompensa por el trabajo, pero por encima de eso es la dedicación y las ganas
de servir con su conocimiento a las personas que necesitan de atención médica,
la cual debe ser de primera calidad. Es así, como cada médico debería ver su
carrera, servicial y de entrega mas no con fines de lucro.
“Por Apolo
médico y Esculapio, juro: por Higias, Panacace y todos los dioses y diosas a
quienes pongo por testigos de la observancia de este voto, que me obligo a
cumplir lo que ofrezco con todas mis fuerzas y voluntad “.
El juramento, se encuentra
dirigido a una gran familia de Dioses de la Mitología griega y romana. En
primer punto, Apolo, hijo de Zeus y Leto, a él le fue atribuido el arte de la
Medicina y de la Curación. El encargado de seguir la práctica médica, fue su
hijo Esculapio, que generó grandes aportaciones, como lo son: el desarrollo de
la primera escuela de medicina, así como el símbolo de la profesión médica, el
bastón de Esculapio. Esculapio fue criado por el centauro Quirón,
personaje que lo instruyó en el don de la curación. Por su parte, sus
descendientes: Higia, diosa de la limpieza y sanidad, y Panacea, diosa de la
curación universal, son mencionadas en el juramento. La profundidad y el gran
significado que representa citar a cada uno de estos Dioses, hace muestra del
compromiso que adquiere el médico, tanto con sus semejantes como deidades
celestiales.
“Tributaré a mi maestro de
Medicina igual respeto que a los autores de mis días, partiendo con ellos mi
fortuna y socorriéndoles en caso necesario; trataré a sus hijos como mis
hermanos, y si quisieran aprender la ciencia, se las enseñaré
desinteresadamente y sin otro género de recompensa”.
En la segunda parte de este texto, se indica el
reconocimiento que deben tener los grandes maestros de las escuelas de
medicina, pues ellos son los encargados de transmitir ese conocimiento, el arte
del saber y la magia de la experiencia. Sus palabras, sus consejos, sus
sermones, y su apoyo, deben de ser considerados como hechos por un padre que
trata de llevar a su hijo por el camino del éxito. Considerarlos parte de
nuestro ser y de nuestro destino, es obligación de cada Médico en formación.
Con ello, el deber del Estudiante, también es convertirse en maestro, dominar
el arte y transmitirlo, es deber de todo Médico.
“Instruiré con preceptos, lecciones
habladas y demás métodos de enseñanza a mis hijos, a los de mis maestros y a
los discípulos que me sigan bajo el convenio y juramento que determinan la ley
médica y a nadie más”.
La instrucción es base
fundamental en la enseñanza médica. Aquí se hace referencia ya no sólo a los
hijos del médico, sino de otros discípulos que nos sigan, en otras palabras a
quienes se están formando. A todos los que tienen el interés de aprender
medicina e incluso hace referencia a cierto secretismo, en lo que se refiere a
enseñarles medicina a personas que no sean nuestros "discípulos".
“Fijaré el régimen de los
enfermos del modo que le sea más conveniente, según mis facultades y mi
conocimiento, evitando todo mal e injusticia”.
"Por
"régimen" se entiende no sólo el tratamiento médico, sino también las
indicaciones generales (hábitos higiénicos, alimenticios, hacinamiento,
ejercicio, cuidados específicos) y por "conveniente" no se refiere a
lo más rápido, lo más fácil o lo más barato, sino que debe ser aquellos que sé
puede mejorar el padecimiento de forma efectiva y definitiva de ser posible, o
mejorar la llamada "calidad de vida" de la persona.
Al momento
de tratar a un paciente, hacerlo con el mayor de los respetos posibles y buscar
hasta lo imposible por querer ayudar y curar a tal persona con tal enfermedad.
Sin buscar ningún método que vaya en contra de la vida. Tratar a un paciente es
ir más allá de las posibilidades y conocimientos para poder ayudar de alguna
forma a aquella persona que necesita de salud y ganas de seguir viviendo.
“No me avendré a pretensiones
que afecten a la administración de venenos, ni persuadiré a persona alguna con
sugestiones de esa especie; me abstendré igualmente de suministrar a mujeres
embarazadas pesarios o abortivos”.
Hoy en día es muy común el escuchar
debates sobre eutanasia y el aborto. El juramento en este aspecto es muy claro,
establece que no se debe por ningún concepto administrar ningún medicamento
venenoso que quite la vida y también, el de abstenerse de recomendar abortivos
para las mujeres y peor aún, el de practicar el aborto en mujeres, por el
simple hecho de respetar a la vida de la persona.
“Mi vida la pasaré y ejerceré
mi profesión con inocencia y pureza”.
“No practicaré la talla,
dejando esa operación y otras a los especialistas que se dedican a practicarla
ordinariamente”.
La "talla" se
refiere a la talla suprapúbica, es decir, el drenaje de la vejiga a través de
la pared abdominal cuando los conductos urinarios están obstruidos. Aquí el
Juramento se refiere a dejar que cada especialidad haga lo que le corresponda,
sin meternos en asuntos que, aunque podríamos manejarlos nosotros, nos podrían
meter en un lío si salen mal. Es reconocer hasta donde podemos dar manejo a un
paciente y si no se pudiese, referirlo a un médico especialista para que se le
brinde el tratamiento adecuado para así mejorar la salud del paciente.
“Cuando entre en una casa no
llevaré otro propósito que el bien y la salud de los enfermos, cuidando mucho
de no cometer intencionalmente faltas injuriosas o acciones corruptoras y
evitando principalmente la seducción de las mujeres jóvenes, libres o esclavas.
Guardaré reserva acerca de lo que oiga o vea en la sociedad y no será preciso
que se divulgue, sea o no del dominio de mi profesión, considerando el ser
discreto como un deber en semejante”..
A lo largo
de la carrera y vida profesional de un médico hay q aceptar el hecho de muchas
verdades que son propias de la misma sociedad, pero que se debe guardar secreto
por el bienestar del paciente y por el respeto ante la vida privada del
paciente. Sin embargo, de ser indispensable el conocimiento de la verdad,
habría que hacer una excepción y tener que decirla será la mejor decisión que
se pueda tomar dependiendo del caso. Mientras no sea necesario divulgar la
verdad sobre alguna enfermedad, esta deberá ser guardada en secreto por el
médico.
No utilizar nuestra
posición para seducir mujeres como hombres, cuidar lo que decimos, ser
confidente del paciente y no divulgar los secretos que se nos confían. Pero hay
que recordar que esto aplica en nuestro criterio: Por poner un ejemplo, si
tenemos un paciente al que diagnosticamos con VIH, aunque el paciente nos
solicite no divulgarlo, debemos avisar en la nota médica, así como al personal
que toma las muestras a dicho paciente, así como a familiares para que se
realicen las pruebas necesarias y demás personal que esté en contacto con la
persona. Lo que solicita el Juramento es "discreción", no a costa de
la seguridad de los demás.
“Si observo con fidelidad mi juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí, la suerte” adversa.
“Si observo con fidelidad mi juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí, la suerte” adversa.
Por último,
el juramento termina mencionando que si todo es cumplido a lo largo de la vida
profesional, sea concedido gozar felizmente mi vida y profesión. En caso de no
ser así, que se cumpla todo lo contrario en favor de aquel médico. Sabemos que
un juramento es algo sumamente serio y por ende de carácter obligatorio si este
es jurado, el cual contiene su beneficio si es cumplido y su castigo si es
incumplido.

La
primera aplicación del Juramento, registrada en una escuela médica, fue en la
Universidad de Wittenberg, en Alemania, en 1508. La Iglesia Católica jugó un
papel importante en su aceptación; el año 1531, el Papa Clemente VII (1478-1534) estableció como
obligatorio el Juramento Hipocrático a todos los que obtenían el grado de
medicina. Se volvió una parte estándar de la graduación formal de la escuela de
medicina hasta 1804, cuando se incorporó en los ejercicios de ceremonia de
Montpellier, Francia. La costumbre se diseminó gradualmente, y comenzó en ambos
lados del Atlántico durante el siglo XVIX, pero aún en el siglo XX, sólo unas
cuantas escuelas americanas tomaron formalmente el Juramento. (Craven Bartle, 2003)
Con
el descubrimiento de las atrocidades cometidas, en el nombre de la medicina,
durante la segunda Guerra Mundial y el creciente interés en la bioética en las
siguientes décadas, la toma del Juramento comenzó a jugar una parte cada vez
más importante en las ceremonias de graduación. Por lo anterior, muchos de
los juramentos actuales incluyen los
votos de no alterar la práctica médica con base en la raza, nacionalidad,
religión, sexo, estado socioeconómico u orientación sexual. Otros incluyen
garantías relacionadas con la responsabilidad y protección de los pacientes,
autonomía y consentimiento informado o asistencia en tomar la decisión. En un
sentido real, todos estos cambios ayudan a hacer que este acto de juramento se
implique en un proceso de constantes cambios, para acomodar puntos de vista
cambiantes de la medicina y sociedad. (Lara ND, 1983) (Colegial,
1999)
Los
dos códigos de conducta médica contemporáneos más conocidos aparecieron después
de la segunda Guerra Mundial. En Nüremberg, 23 médicos de los campos de
concentración de la Alemania Nazi se encontraron culpables de romper el código
de ética médica, al realizar espantosos experimentos médicos en los
prisioneros. De este juicio médico, derivó el Código de Nüremberg, formulado en
1947, que establecía directrices sobre la experimentación médica. Este
incidente también llevó a la composición de la Asamblea de la Asociación Médica
Mundial, celebrada en Ginebra, Suiza, la cual, en septiembre de 1948, adoptó
una declaración formal, con objeto de que el médico la ratifique en el momento
de obtener el título profesional. Esta promesa (corregida en 1966 y 1983) es la
que leen los egresados en nuestra escuela, y dice:
Prometo
solemnemente consagrar mi vida al servicio de la humanidad; otorgar a mis
maestros el respeto y la gratitud que merecen; ejercer mi profesión dignamente
y a conciencia; velar solícitamente, y ante todo, por la salud de mi paciente;
guardar y respetar el secreto profesional; mantener incólume, por todos los
medios a mi alcance, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica; considerar
como hermanos a mis colegas; hacer caso omiso de credos políticos y religiosos,
nacionalidades, razas, rangos sociales y económicos, evitando que se
interpongan entre mis servicios profesionales y mi paciente; mantener sumo
respeto por la vida humana, desde el momento mismo de la concepción; y no
utilizar, incluso por amenaza, mis conocimientos médicos para contravenir las
leyes de la humanidad. Solemne y espontáneamente, bajo mi palabra de honor,
prometo cumplir lo antedicho.
Los principios adoptados por la
Asociación Médica Americana, en 1948, no son leyes, sino estándares de conducta
que definen los fundamentos de un comportamiento honorable para el médico. La
Junta de Delegados de la Asociación Médica Americana realizó correcciones en
1966 y 1983, y finalmente adoptó una nueva versión de los Principios de Ética
Médica en junio del 2001.
La importancia del juramento hipocrático
radica en el valor histórico que rige el comportamiento de la relación médico paciente
siendo este la base del origen de la mayoría de las leyes vigentes que regulan
el ejercicio de la profesión médica.
Es el símbolo de la ética médica, porque
evidencia la separación entre el ser y el deber ser, la realidad y la utopía de
la medicina y además contiene un correspondiente a sus tres partes
constitutivas, es decir la invocación y demanda en tanto carácter formal de
juramento, el llamado pacto o alianza, y el código deontología profesional, el Juramento
Hipocrático expresa casi todos los principios éticos considerados básicos y
comunes en la ética médica actual, salvo el de respeto por la autonomía del
paciente con su regla de veracidad, y el principio de justicia en referencia a
la distribución equitativa de recursos en salud.
La bioética está estrechamente ligada a la
profesión médica; desde sus principios es parte indisoluble del actuar de los
dedicados a este fin, tiene sus raíces en el juramento hipocrático. en otros
juramentos, reglamentaciones y principios que establecen normas de conducta.
La bioética no es una nueva disciplina tecno
científica ni una nueva ética de la vida. Va desde la deontología y ética
médicas, centradas en problemas a menudo próximos a la filosofía de los
derechos del hombre, a la eco ética o ética ambiental, centrada en la
solidaridad antropocósmica y próxima a la filosofía de la naturaleza, atenta a
las dimensiones ecoevolucionistas. Incluye los problemas de la tecnociencia
biomédica, la ética, la deontología, cuestiones relativas a la manipulación
(biotecnológica, ingeniería genética), la preservación de especies vegetales y
animales, así como cuestiones relativas a la gestión de la biosfera.
Algunos dilemas actuales son: hasta qué punto se
puede categorizar que una persona está muerta, si con el apoyo de aparataje se
puede perpetuar la vida; la aceptación de la transplantología en los diferentes
sectores sociales y en la familia del difunto, la experimentación genética con
obtención de bebés probetas, inseminación in vitro o bancos de órganos que solo
son posibles a través de la tecnociencia y están en contra de las leyes que
rigen la naturaleza humana hasta ahora concebidas (símbolos); la armonía que
debe existir entre lo simbólico y la tecnociencia.
El
enfermo en fase terminal y la " muerte digna." :La aplicación de los
principios de la bioética, disciplina que se ha considerado como
"conflictiva", y que se desarrolla bajo la premisa de la autonomía
del paciente, se hace imprescindible ante los dilemas del final de la vida. Los
adelantos en la tecnología puestos a disposición de la asistencia médica hacen
que se puedan mantener las funciones vitales durante periodos prolongados de
tiempo en pacientes con muerte cerebral, estados vegetativos persistentes o
enfermedades terminales.
El
respeto a la dignidad del enfermo con la aplicación de medidas sencillas con el
menor riesgo, costo y molestias posibles, evita el encarnizamiento terapéutico,
lo que se denomina adistanasia, que permite una muerte con dignidad, estos
pacientes pueden tratarse en hospitalización, cuartos aislados y aún en su
domicilio.
Los
términos de Eutanasia, Distanasia y Suicidio asistido vienen a conformar
dilemas que solo pueden ser resueltos a través de la bioética, Las
instituciones de salud deben perfeccionar la atención al adulto mayor o enfermo
terminal considerando que la atención diferenciada alpaciente, incluyendo el
ingreso a las unidades de Terapia, debe ser seriamente revisado con el objetivo
de obtener la verdadera atención de las instituciones de salud.
El
avance en el conocimiento y la tecnología, con que la medicina se ha
beneficiado, plantea nuevos problemas éticos. La reproducción asistida, el
diagnóstico prenatal, la tecnología genética humana, la posibilidad de la
producción de "bebés medicamento", la informática aplicada a la
salud, las tecnologías que aumentan y alargan la calidad de vida, la cirugía de
trasplantes son algunas de las discusiones éticas actuales en los países
desarrollados.
Sobre la
eutanasia existe diferencia de opinión entre las asociaciones médicas. En
general, se la condena en todo el mundo, algunos países son neutrales, en
otros, se trabaja en legalizarla y en pocos se la acepta. Holanda legalizó la
eutanasia en el año 2000, aplicándola también a pacientes que no pueden decidir
por sí mismos. El nuevo paso ha sido extenderla a recién nacidos que sufren por
enfermedades graves. El llamado "protocolo de Groningen", propuesto
por pediatras de ese hospital universitario, quiere establecer las bases
legales para estos casos. (Gonzalez, 2005)
Bélgica,
siguiendo el ejemplo de la vecina Holanda, despenalizó en septiembre de 2002 la
eutanasia para los adultos en ciertos casos. Sin embargo, la eutanasia infantil
y la de personas con lesiones cerebrales o dementes no están contempladas en la
legislación, aunque existen excepciones, como es el supuesto de las personas en
coma., El Comité Permanente de Médicos Europeos (CPME) "anima a todos los
médicos a no participar en la eutanasia, aunque sea legal en su país o esté
despenalizada en determinadas circunstancias". El Estado de Oregón
(Estados Unidos) legalizó el suicidio asistido mediante un referéndum en 1994 y
aprobó en 1997 The Oregon Death with Dignity Act. (Gilberto,
2012)
El suicidio se juzga, cada vez más, como una
respetable opción individual. Donde la ayuda al suicidio no representa hecho
punible alguno, cada vez resulta más difícil poder mantener una condena en caso
de muerte a petición;.
La ética
de Hipócrates se ha visto convulsionada por estos hechos ya que Hipócrates
comprometió a los médicos de la Escuela de Kos con un principio incondicional
de conciencia: No daré a nadie, aunque me lo pida, ningún fármaco letal, ni
haré semejante sugerencia, Igualmente tampoco proporcionaré a mujer alguna un
pesario abortivo.
La
participación en el aborto, estuvo prohibida en los códigos de ética médica hasta
hace poco, pero ahora en muchos países se lo ha despenalizado en ciertas
circunstancias, según cifras de la ONU, de 193 países que forman parte de la
organización, 189 permiten el aborto para salvar la vida de la mujer (solamente
cuatro no lo permiten: Chile, El Salvador, Malta y la Santa Sede). En países
donde vive el 40% de la población del mundo la sola petición de la mujer es
suficiente para la interrupción del embarazo. (Gonzalez,
2005)
En Latinoamérica y el Caribe, el aborto sólo
es permitido en Cuba, Puerto Rico y Guyana, mientras que en otros países
existen atenuantes que permiten la interrupción del embarazo. En la República
Argentina el aborto está permitido si la vida de la madre está en peligro, si
el embarazo es resultado de una violación o de un atentado al pudor cometido
contra una mujer discapacitada mentalmente. La mayoría de los países de la
Unión Europa permite a las mujeres interrumpir voluntariamente su embarazo (sin
condición alguna), durante las primeras doce semanas de gestación. En Holanda
es libre hasta las 24 semanas.
En
África pocos países autorizan la interrupción voluntaria del embarazo. India y
China, los dos gigantes asiáticos, se han visto obligados a prohibir el uso de
la ecografía con el fin de determinar el sexo de los bebés, para evitar los
abortos selectivos de niñas, dado el desequilibrio que se ha generado por estos
infanticidios. Si bien el aborto es legal en la India, la determinación del
sexo y la eliminación de los fetos de niñas no están autorizados.
Este principio hipocrático en contra del
aborto, debe entenderse no sólo, como la prohibición de dicha práctica, sino en
cierto sentido, la de toda maniobra o procedimiento que evite la natalidad.
Desde la aparición de los anticonceptivos orales y de los dispositivos
intrauterinos existen programas de paternidad responsable en los servicios
estatales de salud. (Gonzalez, 2005)
En
numerosos países se aprobó el suministro de la píldora anticonceptiva del día después
aún en adolescentes, sin que sea necesario el consentimiento de los padres. En
los países en que se permite el aborto se sacrifica la ética profesional a la
normativa jurídico-política.
El
derecho a la salud y a la atención médica es diferente en distintos países.
Numerosas asociaciones nacionales e internacionales apoyan que todos los seres
humanos tengan idénticas posibilidades de recibirla, mientras que otras están
dispuestas a tolerar grandes desigualdades. Es compromiso del estado, la
sociedad y los individuos lograr que estos derechos sean efectivos en forma
justa y equitativa para todos.
Los
médicos en algunos países confían en que sus gobiernos no los forzarán a hacer
algo antiético, mientras que en otros países puede ser difícil para ellos cumplir
con sus obligaciones éticas.
En
realidad es el Estado el que establece de hecho lo que debe ser considerado por
todos lícito o ilícito, verdadero o falso, justo o injusto: es decir, determina
los "valores" universales y establece además entre ellos la primacía
que permite resolver las colisiones entre estos "valores".
Han pasado veinticinco siglos desde que
Hipócrates en aquella Grecia tan distante, dictara los principios éticos que
debieran seguir siendo la guía del comportamiento de todos los médicos.
A pesar de que muchas de las disposiciones del
Juramento Hipocrático se han ido perdiendo con los siglos y más aún en este
último, se necesita, hoy como ayer, de la proverbial confianza en la profesión
médica, la cual se cimenta en el marco de la ética hipocrática. Los valores
fundamentales y los principios éticos de la medicina no cambian o al menos no
deben hacerlo.
El Código Internacional de Ética Médica de la
AMM menciona que entre las prácticas que se consideran conducta no ética,
están:
·
Permitir
que su opinión sea influenciada por beneficio personal o discriminación
injusta.
·
Pagar o
recibir cualquier honorario u otro emolumento con el solo propósito de obtener
un paciente, o recetar, o enviar a un paciente a un establecimiento.
·
Certificar
lo que él no ha verificado personalmente.
·
Dañar la
relación médico-paciente de los colegas a fin de atraer pacientes.
l prestigioso cardiocirujano Dr. René Favaloro
expresó en su última carta "...debimos luchar continuamente con la
corrupción imperante en la medicina. Nos hemos negado sistemáticamente a
quebrar los lineamientos éticos, como consecuencia, jamás dimos un solo peso de
retorno". "La corrupción ha alcanzado niveles que nunca pensé
presenciar",
El 9 de agosto de 2008 la Revista Noticias
publicó en su tapa "La corrupción que avergonzaría a Favaloro - Los
Negocios sucios de los Médicos"Ética y Medicina están ineludible e
indisolublemente vinculadas desde sus orígenes en la historia, sin códigos de
ética no se puede ejercer la medicina, pero es necesario que también los
conozcan los que planifican la salud y los que dirigen las entidades médicas y
las obras sociales.Los médicos, debemos replantearnos la necesidad de un
Juramento verdadero, que signifique un compromiso real y no solamente un
protocolo".
La
ética y deontología médica tiene orígenes históricos en el juramento
hipocrático el cual ha formado parte del quehacer profesional como parte de la
transferencia de conocimientos y deberes que los profesionales de esta
disciplina devienen, el cual ha tenido una serie de revisiones y
actualizaciones y ha sido incorporado en cada uno de los países sin dejar de
integrar los diferentes valores que este contiene.
Dentro
del juramento hipocrático se encuentran los siguientes valores: obediencia,
respeto, gratitud, voluntad de auxiliar, sinceridad y justicia, respeto a la
vida, humildad y honestidad, respeto por el ser humano y la integridad y
confidencialidad, cada uno de ellos tiene una profunda interpretación y
análisis que puede ser aplicado en la actualidad.
La
primera aplicación de este juramento fue registrada en la escuela médica en
Alemania, el cual fue incorporado en las Universidad y prevalece hasta la fecha
como parte de las ceremonias de graduación de diferentes escuelas de medicina
alrededor del mundo y además es integrado en los códigos de ética y deontología
de las asociaciones médicas de cada país.
El
juramento hipocrático por sus contenidos éticos se vincula con la aplicación de
nuevas tecnologías, como distancia, eutanasia, aborto y modificación genética,
y la existencia de este juramento permite hacer un uso razonablemente ético de
las mismas originando la Biótica que trata de explicar, argumentar, justificar
o limitar la práctica de estas tecnologías, de tal modo que las innovaciones
científicas puedan ser aplicadas en la actualidad sin dejar de conferirles un
carácter de aplicación deontológico.
BIBLIOGRAFIA
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Barcelona.
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Análisis
del Juramento Hipocrático, 2011, consultado el 1 de abril del 2016 disponible
en: http://medicosenformacionunam.blogspot.com/2011/12/el-juramento-hipocratico-analisis-de-la.html
·
Interpretación
del juramento Hipocrático, 2010, consultado el 3 de abril del 2016. Disponible
en: http://humbertcchristopher.blogspot.com/2010/03/1709-la-interpretacion-del-juramento.html
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Juramento
médico, 2002, consultado el 3 de abril del 2016, disponible en: http://www.medicinabuenosaires.com/revistas/vol58-98/2/juramentosmedicos.htm

Extraído del código de Ética y
Deontología Médica de El Salvador, cuarta edición, 2013
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